Las malas posturas al sentarse pueden
producir a la larga lesiones en la espalda de distinta gravedad. Y siempre es
mejor inculcar una buena higiene postural cuando son niños que sufrir dolores de espalda,
contracturas y otras lesiones más importantes cuando ya es adulto. Si enseñamos
a los niños y niñas a sentarse correctamente les estaremos
garantizando en el futuro una espalda sana.
Nunca es tarde para educarnos en la higiene
postural, pero siempre es mejor acostumbrar al niño a
sentarse correctamente que esperar a que aparezca una lesión de
espalda para actuar. Y lo cierto es que los niños tienden a
adoptar malas
posturas al sentarse, tanto en el sofá, como en el suelo y
en la silla. Es importante saber cómo deben sentarse los niños para tener una
espalda sana.
Una mala postura, pero muy frecuente, es
sentarse con medio trasero fuera de la silla.
Esta es generalmente la postura que adoptan los niños cuando hacen
los deberes o cuando se sientan a comer pero están deseando
salir corriendo. Derrumbarse en el sofá con la espalda hacia un lado tampoco es
la manera más saludable de ver la televisión, ni para la espalda ni para la
vista.
Cuando los niños se sientan en el suelo también suelen adoptar malas posturas. Tan frecuente como nefasto para las caderas es sentarse con las piernas dobladas hacia atrás en forma de W. Tampoco sentarse sobre los talones es la mejor forma de favorecer el desarrollo postural. Si los niños/as quieren sentarse en el suelo, lo más saludable es que lo haga al estilo indio.
La postura más saludable para mantener una espalda sana es sentarse con la espalda recta,apoyada en el respaldo de un silla y formando un ángulo de 90 °. Las piernas deben llegar al suelo y los codos deben estar apoyados. Esta es la postura correcta para que los niños se sienten. La realidad es que pocas veces se consigue esta postura y los únicos responsables no son los niños.
¿Cuántas habitaciones infantiles o juveniles están preparadas para que el niño se siente correctamente a la hora de hacer los deberes o estudiar? Generalmente las mesas de estudio son demasiado pequeñas y los niños tienen que hacer malabares para que les quepa el libro y el cuaderno a la vez. Así terminan adoptando una postura con la espalda girada que les permita escribir. Y por algún motivo desconocido, a la silla de trabajo de los más pequeños no se le presta tanta atención como a la de los padres.
También es muy frecuente dejar que los niños hagan los deberes en la mesa del comedor. Con la mesa y las sillas demasiado altas, las piernas de los niños quedan colgando y la espalda acaba adoptando una postura forzada. Por lo tanto, a los niños hay que inculcarles la necesidad de mantener una adecuada higiene postural, pero también hay que proporcionarles el ambiente adecuado para que lo hagan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario